Al descubrir el engaño, la mujer decidió ir a la Policía Nacional por su propia voluntad para informar sobre lo sucedido.
Todo empezó al buscar trabajo en una popular web de anuncios, donde había publicado un anuncio. Ella dejó ver que estaba buscando trabajo y pronto le llegó un mensaje de texto ofreciéndole un empleo como «gestora de cuentas» relacionado con la venta de automóviles. El supuesto empleador le detalló por WhatsApp que tendría que recibir pagos y publicar anuncios en varias plataformas. Por cada transacción gestionada, ganaba una comisión de 50 euros, llegando a acumular un total de 440€.
No obstante, las cosas empezaron a complicarse cuando la Policía Nacional le llamó para decirle que había denuncias por estafa vinculadas a la venta de piscinas. Lo que no sabía era que su cuenta bancaria estaba siendo usada para recibir el dinero de esas estafas. Una red delictiva la engañó, según su abogado, Ignacio Palomar, socio principal de Servilegal Abogados. Pensaba que había conseguido un trabajo real, pero sin darse cuenta, la usaron en actividades criminales. Después de denunciarlo y contar su historia, el Juzgado de Instrucción nº2 de Móstoles decidió cerrar el caso al reconocer que ella no tenía ninguna culpa en las estafas ocurridas. Su defensa destacó la importancia de demostrar que ella también había sido una víctima, mencionando que la justicia finalmente reconoció esto al limpiar su nombre y absolverla de todas las acusaciones en su contra.
Los abogados llegaron a la conclusión de que habían logrado algo que parecía imposible: demostrar su inocencia.


