Se trata de los llamados “carteristas digitales”, delincuentes que aprovechan los sistemas de pago sin contacto (contactless) para realizar cobros fraudulentos acercando datáfonos ilegales a las pertenencias de las víctimas sin que estas se den cuenta.
Una de las detenidas es una mujer de 36 años, de nacionalidad peruana, capturada mientras operaba en zonas turísticas muy concurridas. Según fuentes policiales, la sospechosa seguía discretamente a turistas —muchos de ellos norteamericanos— y, al notar que llevaban tarjetas que no requerían PIN, les acercaba un terminal de cobro oculto, realizando pequeñas extracciones sin levantar sospechas.
Las autoridades revelaron que durante el evento multitudinario del funeral del Papa Francisco, esta delincuente logró sustraer hasta 9.400 euros utilizando este método. La facilidad y discreción de esta técnica han generado gran preocupación entre los cuerpos de seguridad, que advierten sobre su rápida expansión y sofisticación.
Este nuevo fenómeno del “carterismo 2.0” se basa en dispositivos de cobro manipulados que permiten realizar transacciones sin que la víctima se dé cuenta o interactúe. Ya se está viendo en otras ciudades europeas, lo que ha llevado a las autoridades italianas a lanzar campañas informativas para prevenir nuevos casos.
Entre las recomendaciones para protegerse de este tipo de fraude, se sugiere usar carteras con protección RFID, desactivar los pagos sin contacto cuando no se necesiten, establecer límites bajos para transacciones sin PIN y activar alertas bancarias instantáneas para detectar cualquier cargo sospechoso.
El crecimiento de los pagos digitales ha abierto nuevas oportunidades para el crimen organizado, y este tipo de robos representan serios desafíos para la seguridad financiera de los ciudadanos.


