Quiero contaros mi experiencia porque todavía me cuesta creerlo. Me ofrecieron invertir en una empresa llamada Herrero Brigantina, que supuestamente era un grupo financiero de León. Tenían oficinas, comerciales muy convincentes y todo parecía serio. Me prometían rentabilidades increíbles, muy por encima de lo que te da un banco. Hablo de un 30% o incluso un 50% “garantizado”. Yo pensé: “si es legal y está todo en regla, es la oportunidad de mi vida”. Y lo peor es que convencí a gente cercana para que también metiera dinero.

Al principio todo iba bien: nos daban papeles, contratos, informes… pero luego empezaron los retrasos, las excusas y cada vez resultaba más difícil hablar con alguien que te diera una respuesta clara.

Hasta que un día leo en las noticias que todo era un montaje piramidal y que habían movido casi 500 millones de euros engañando a miles de personas. Ahí se me cayó el mundo encima. Te sientes tonto, engañado, y con la carga de haber recomendado algo que arruinó a otros. Ahora estamos esperando a ver qué pasa con la justicia, pero recuperar lo invertido va a ser muy complicado.