Según expertos en seguridad, uno de cada cuatro intentos de estafa tiene éxito, y WhatsApp se ha convertido en uno de los principales canales utilizados para engañar a los usuarios. En esta táctica, los criminales se presentan como supuestos expertos financieros y logran convencer a las personas para que inviertan su dinero. Sin embargo, su verdadero objetivo es robar datos personales y apropiarse de los fondos. Se estima que esta práctica ha causado pérdidas de alrededor de 2,7 millones de libras esterlinas en países como el Reino Unido, donde ya se han reportado cerca de 500 casos de suplantación.
Adrian Hood, un especialista en delitos financieros, ha señalado que el uso de inteligencia artificial está ayudando a los estafadores a perfeccionar sus métodos, imitando de manera más precisa a empresas legítimas. Esta evolución tecnológica podría dar lugar a fraudes aún más difíciles de detectar.
En 2024, se recuperaron aproximadamente 1,7 millones de libras de un total de 5,4 millones defraudados en el Reino Unido. La preocupación aumenta tras un informe de Google que revela un notable incremento en las pérdidas globales por estafas, alcanzando los 12.500 millones de dólares en el año 2024.
Desde la compañía tecnológica advierten: «Los estafadores tienen más éxito cuando las personas no están informadas sobre sus métodos y actúan con total impunidad si no se toman medidas preventivas».


