El caso más sonado es el de Alex Rivlin, un agente inmobiliario de Las Vegas que, al intentar contactar con la naviera Royal Caribbean, obtuvo un número falso a través de un resultado generado por inteligencia artificial.
El contacto parecía totalmente legítimo: le ofrecieron detalles del servicio, tarifas ajustadas e incluso descuentos. Rivlin terminó pagando 768$ por un supuesto traslado que nunca existió. Al día siguiente, descubrió cargos sospechosos en su tarjeta y confirmó que había sido víctima de una estafa.
Este tipo de engaños no son nuevos, pero el auge de la IA generativa ha facilitado que números falsos aparezcan en varias páginas y foros, ganando credibilidad ante los algoritmos. Expertos en ciberseguridad advierten que esta tecnología puede mostrar información sin verificar, lo que abre la puerta a manipulaciones.
Desde el sector tecnológico, se asegura que los sistemas de búsqueda trabajan para eliminar resultados fraudulentos. Sin embargo, los especialistas recomiendan a los usuarios comprobar siempre los teléfonos y direcciones en las páginas oficiales de las empresas o en sus aplicaciones móviles.
El caso de Rivlin es una advertencia clara: confiar ciegamente en los primeros resultados, ya provengan de anuncios, buscadores o IA, puede ser un error. La verificación directa en las fuentes oficiales es la mejor defensa contra este tipo de fraudes.


